GINEBRA.– Usar el spyware Pegasus para vigilar a periodistas o defensores equivale a utilizar un arma militar contra civiles y atenta contra la democracia; además, decir que se usa con fines de inteligencia y no de espionaje es un cuento de niños, dijo a Proceso el director y fundador de Forbidden Stories, Laurent Richard, organización que lideró la investigación sobre el espionaje con ese software, trabajo periodístico en el cual este semanario participó.
“Cuando la Sedena o una entidad dice que no es espionaje, sino que es inteligencia, y nadie los está controlando, y el problema con Pegasus es quién está controlando a quien lo usa y quién está protegiendo a los ciudadanos”, dijo Richard.