Primero fue la toxina botulínica tipo A para uso estético, luego el boom del ácido hialurónico y ahora es el momento de la bioestimulación del colágeno con inductores para prevenir el envejecimiento y rejuvenecer. Todos los laboratorios van en esta dirección y están lanzando nuevos fillers porque, aseguran, es muy demandado entre los pacientes. «La gente pide cada vez más tratamientos inyectables. Piensan: “Sufro un poco pero disfruto el resultado ya”», asegura M Eugenia Prieto, médico estético y formadora de Allergan Aesthetics.
Pero, mientras que la toxina se asocia, muchas veces, con caras y el ácido hialurónico con rostros hinchados, los inductores de colágeno son, a día de hoy, sinónimo de una piel bonita y joven. «Son necesarios para tener una tez sana y luminosa de forma natural», afirma la doctora Prieto. ¿Por qué? Porque reponen el colágeno –proteína estructural de la dermis– que