Existe una acción tan, pero tan importante, que la hacemos todos los días y todas las noches, sin detenernos jamás y sin tomar en cuenta qué hora es o quién está con nosotros. ¿Sabes de qué hablamos? Claro: ¡de la respiración! Descubre cómo se lleva a cabo este asombroso proceso que nos mantiene vivos.
Vamos por partes
Los órganos encargados de la respiración son también los más grandes del cuerpo (bueno, después de la piel). Nos referimos a los pulmones: dos ‘sacos’ que tienes en el tórax. Por fuera se ven como esponjas rosas y blandas. Están protegidos por tu caja torácica, es decir, tus 24 costillas.
Curiosamente, tus dos pulmones no son idénticos. El izquierdo es un poquito más pequeño pues debe hacer espacio para que quepa el corazóon. Por debajo de tus pulmones está el diafragma: permitiendo que el aire entre o salga de los pulmones.