El viernes 10 el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ante las pruebas de que espió de manera ilegal el teléfono del activista tamaulipeco Raymundo Ramos con el spyware Pegasus. Sin embargo, durante cerca de dos horas el mandatario cayó en contradicciones y no pudo desmentir los hallazgos de la investigación EjércitoEspía, que Proceso y medios aliados publicaron el martes 7.
En un principio López Obrador rechazó que la Sedena espíe a sus espaldas, y luego se contradijo. “Me informan”, dijo al inicio de la conferencia