La moda, siempre lo digo, es un lenguaje muy poderoso. Tanto, que lo que llevamos puesto puede despertar entusiasmos y odios a partes iguales. De manera que cualquiera diría que son sólo unos trozos de tela…
Las galas de cine, ya se llamen Globos de Oro, Oscar o Goya son un perfecto ejemplo de ello. Por un lado, se; pero por otro lado, pueden desatar todo tipo de polémicas, que hablan mucho de cómo somos, en lo mejor y en lo peor.