Vivimos tiempos en los que quien controla el dato, controla el mundo. Buena muestra de ello es que ya no son solo las grandes tecnológicas las que invierten millones de euros en vanguardistas data centers. Al carro se están subiendo, cada vez más, empresas de otros sectores que buscan mantener un control más directo de la información o simplemente obtener altas rentabilidades los próximos años.
Es el caso de algunos fondos de inversión inmobiliaria como Thor Equities, que se hacía recientemente con la antigua embotelladoragares como Getafe, Barcelona, Álava o Lisboa. “A pesar de que las barreras de entrada son importantes, principalmente requisitos de capital y tecnológicos, los retornos son muy atractivos”, explica Enrique Fonseca, uno de los responsables del programa de Data Centers de Merlin Properties, que reconoce, sin embargo, el gran reto que supone desarrollar nuevas infraestructuras en lugar de adquirir centros ya existentes.