na de las cosas que sobrevuela tu cabeza cuando te haces mayor es comprarte una casa. Es una idea genial si te encaja, pero está llena de complejidades. Una de ellas es financiar la adquisición de la vivienda y, sobre todo, hacer el papeleo de la hipoteca. Lo primero que tienes que saber es que hay tres tipos de hipotecas: las fijas, las variables y las mixtas. La diferencia entre unas y otras es, básicamente, cómode las condiciones de tu préstamo. Así, al revisarla, el banco recalculará cuánto debes pagar en función del valor del Euríbor del mes anterior. En estas hipotecas la cuota suele ser más baja que en las fijas los primeros años, si bien tendrás la incertidumbre de no saber cuánto vas a pagar en el futuro, que podrá ser más o menos. Y, si no te decides, no te preocupes: siempre puedes elegir la mixta, que te ofrece un tipo de interés fijo durante los primeros años y uno variable los siguientes. Para Mateo Rodríguez-Braun, director de Producto de Openbank, las hipotecas variables «son más recomendables cuando hay posibilidad de incrementar ingresos y/o reducir costes a lo largo de la vida del préstamo».
Hipoteca para dummies
Mar 01, 2023
3 minutos
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