PLAYA DEL CARMEN, Q. ROO.- Tras el otorgamiento en febrero pasado de una nueva suspensión definitiva dentro de un juicio de amparo, el gobierno federal quedó imposibilitado para continuar labores de remoción vegetal en las obras del tramo 5 del Tren Maya, en el norte de Quintana Roo, donde aún quedan importantes segmentos de selva por derribar.
Los trabajos para el paso del ferrocarril prometido por el presidente Andrés Manuel López Obrador cumplen un año de llevarse a cabo en el tramo 5, el más polémico.
Ello ocurre a la par del conflicto que surgió con grupos ambientalistas, cuando las empresas contratadas comenzaron a talar la selva al poniente de Playa del Carmen y Tíilum, justo donde se encuentra también uno de los sistemas de ríos subterráneos más importantes del mundo, cuyas entradas han comenzado a registrar estragos por el piloteo con el que los constructores planean que el Tren Maya pase elevado (Proceso 2386).
En este contexto, el pasado martes 7 el Juzgado Primero de Distrito, con residencia en Mérida, otorgó una suspensión definitiva dentro del juicio de amparo indirecto 2878/2022 contra el desmonte debido a que la obra federal comenzó sin contar con el permiso de cambio de uso de suelo.
Esta no es la única demanda de amparo que ha frenado el proyecto ferroviario,