Cory Doctorow es escritor, periodista y activista tecnológico. Es asesor especial de la Electronic Frontier Foundation, un grupo de libertades civiles sin ánimo de lucro que defiende la libertad en la legislación, la política, las normas y los tratados sobre tecnología. Es doctor honoris causa en Informática por la Open University (Reino Unido), donde es profesor visitante. También es investigador afiliado al MIT Media Lab y profesor visitante de prácticas en la Escuela de Biblioteconomía y Ciencias de la Información de la Universidad de Carolina del Norte.
Sus novelas han sido traducidas a decenas de idiomas. Ha ganado los premios Locus, Prometheus, Copper Cylinder, White Pine y Sunburst, y ha sido nominado a los premios Hugo, Nebula y British Science Fiction.
Ahora presenta Radicalizado de la mano de Capitán Swing, Una colección de relatos distópicos conectados por visiones sociales, tecnológicas y económicas de la actualidad y de lo que podría ser Estados Unidos en un futuro cercano. Por cortesía de la editorial les ofrecemos un fragmento.
Así se enteró Salima de que Boulangismo había quebrado: el horno dejó de aceptar su pan. Sostuvo la rebanada delante y esperó a que la pantalla le mostrara un emoji con el pulgar hacia arriba, pero en vez de eso apareció el que se rascaba la cabeza y el horno emitió un leve «prrt». Volvió a mover el pan. «Prrt».
—¡Venga!
«Prrt».
Apagó el horno y lo volvió a encender. Luego lo desenchufó, contó hasta diez y lo enchufó de nuevo. Después recorrió las pantallas del menú hasta que encontró «RESTAURAR VALORES DE FÁBRICA», esperó tres minutos y volvió a introducir la contraseña de la wifi.
«Prrt».
Mucho antes de llegar a ese punto, ya se había convencido de que era un caso perdido. Pero esos eran los pasos que había que dar cuando un electrodoméstico dejaba de funcionar, así podías llamar al número 800 y decir: «Lo he apagado y encendido, lo he desenchufado, he restaurado los valores de fábrica y…».
Había una opción en la pantalla táctil para llamar al soporte técnico, pero no funcionaba, así que buscó el número en la pantalla de la nevera y llamó. Sonó diecisiete veces y se desconectó.