El Centro Nacional de Ignición (NIF) de Estados Unidos comunicó a finales de año que había logrado, por primera vez en la historia, una reacción controlada de fusión nuclear. El proceso producía más energía de la consumida. Sin embargo, muchos factores indican que aún estamos lejos de esta fuente limpia e ilimitada de energía.
Disponer de fuentes limpias, ilimitadas y económicas de energía es uno de los sueños de la humanidad, y en este sueño, reproducir los procesos energéticos que se dan en las estrellas es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos. El experimento dado a conocer el 5 de diciembre demuestra que, en principio, esto sería posible. En esencia, la unión de dos átomos de hidrógeno ( y ) a temperaturas de unos 150 millones de grados, produjo átomos de helio y… una enorme cantidad de energía, la energía que hace brillar las estrellas. Por primera vez, de una manera controlada, se producía la ignición (de forma incontrolada se produce hace años en las bombas termonucleares) y por primera vez se ha conseguido extraer más energía de la utilizada para poner en marcha la reacción. El avance es inmenso pero hay mucho que matizar.