EL DIABLO ES UNO DE LOS MAYORES ICONOS de la historia y de la marca italiana. Uno de esos coches cuyo legado parece ser eterno, así como su revalorización con el paso de los años.
Se trata del sucesor, ni más ni menos, que de los Lamborghini Miura y del maravilloso Countach. Seguramente el tridente de los mejores clásicos de Sant'Agata Bolognese. Si bien, el Diablo es el último de una saga muy especial. O casi, porque su motor V12 todavía se siguió utilizando (con una buena ac- tualización) en el Lamborghini Murciélago que vino después.
Este superdeportivo se lanzó en 1990, después de su