En una época donde los procesos de realización de una película son inconcebibles sin ayuda de la tecnología, llama la atención una técnica de animación que es mucho más artesanal y elaborada que los tradicionales dibujos animados: hablamos de la animación stop-motion (animación foto a foto o fotograma por fotograma, en español).
Como sabemos, el principio básico del cine son imágenes puestas en secuencia de manera tan rápida que dan la ilusión de movimiento. Bueno, pues lo mismo sucede con la animación stop-motion: en ella, el realizador mueve físicamente un objeto y toma fotografías de cada posición de este. La ilusión de movimiento se crea cuando las fotos resultantes son puestas en secuencia.
Muchos historiadores coinciden en que realizado por los directores J. Stuart Blackton y Albert E. Smith entre 1897 y 1898, fue el primero en usar esta técnica. En él, distintos juguetes cobran vida y se vuelven actores de circo. Por desgracia no existen copias de la película, pero en la época del cine mudo la animación foto por foto dejó su marca.