ESTA VIVIENDA EN UN EDIFICIO DEL S. XIX EN EL BARRIO DE SALAMANCA DE MADRID, ES UNO DE ESOS LUGARES QUE, A LO LARGO DE LOS AÑOS, HA VIVIDO NUMEROSAS VIDAS.
Nació como las caballerizas de la casa principal anexa, pasó a ser el alojamiento del servicio y en los años 80 y 90 se convirtiócon solarium, terraza y , se eliminaron las dos alturas, generando techos de más de ocho metros de alto. Para darle unidad con el exterior, se inspiraron en el edificio anexo de seis plantas, adquirido por la misma inmobiliaria y forrado en madera de roble, para revestir la escalera de caracol en torno a la que se vertebra todo. “Con un material como la madera, se aporta una sensación de calidez que se contrapone a los acabados blancos y más fríos del resto”, explica Adelino García.