Evidentemente, el actual conflicto bélico entre Rusia y Ucrania fue propiciado por el primer país y globalmente su actuación ha sido condenada, pero ningún Estado ha emprendido acciones concretas para apoyar a Ucrania, con el pretexto de acatar el principio de no intervención (previsto en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas [onu]) y han demostrado que existe un gran desinterés por las violaciones a los derechos humanos cuando ellos no son los afectados.
Si bien podríamos considerar que esas decisiones tienen una diversidad de orígenes, todo parece indicar se ha preferido optar por la no intervención siempre y cuando se mantenga cierta estabilidad económica global, pues incluso las represalias adoptadas en un primer momento se han vuelto más laxas conforme ha pasado el tiempo.
Antecedentes
El conflicto