Segunda invasión y armas secretas
La aparición de una estrella en el cielo anuncia al clan de los Omaticaya que los invasores humanos han regresado a la luna de Pandora armados con un poder de destrucción superior al que manejaban en su anterior enfrentamiento. Eso obliga a los nativos a convertir una caverna gigante de una de las formaciones rocosas flotantes de las Montañas Aleluya en una fortaleza donde esperan poder resistir a la que ellos llaman “la gente del cielo”, que ya no solo se proponen construir minas para saquear la luna de Pandora del valioso mineral unobtainium. La Administración de Desarrollo de Recursos pretende colonizar toda la luna y convertirla en más que una colonia minera. El planeta Tierra del que proceden está a punto de dejar de ser habitable y Pandora es el lugar donde piensan llevar a todos los habitantes de nuestro mundo. El primer paso para llevar a cabo ese proyecto desesperado de supervivencia para la humanidad es destruir la mayor parte de un bosque donde levantan una ciudad amurallada gigante a la orilla del océano a la que bautizan como Cabeza de Puente, dejando claras sus intenciones de invasión.
La encargada de llevar a cabo la misión es la general Francis Ardmore (Edie Falco), que posee en su arsenal todo un ejército de vehículos terrestres, su propia fuerza aérea y su armada. Pero lo más inquietante de la amenaza que supone esta nueva fuerza de invasión humana para luchar contra los na’vi es una nueva arma secreta: un equipo de élite de soldados con amplia experiencia en combate frente a los habitantes de Pandora, soldados muertos que han sido resucitados como recombinantes. Los temibles recoms son avatares autónomos con todos los recuerdos de los humanos cuyo ADN se utilizó para fabricarlos, constituyen una fuerza de combate prácticamente imparable que lidera un viejo enemigo de los na’vi: el recom coronel Miles Quaritch (Stephen Lang).