Las redacciones de los medios de comunicación de todo el mundo recibieron con asombro, el pasado agosto, la noticia de que un experimento preliminar había logrado resucitar, durante una hora, los órganos de cerdos muertos.
El logro, que ha sido bautizado como OrganEx, fue publicado en la prestigiosa revista Nature y realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Yale (EE. UU.). Ya en 2019, había conseguido recuperar, en parte, las funciones cerebrales de un cerdo que sacrificaron cuatro horas antes, con un abordaje denominado BrainEx.
OrganEx se basa en dos pilares: el primero es un sistema de perfusión similar a los de soporte cardiaco y respiratorio, que introduce lenta y continuamente un líquido por vía intravenosa en el cuerpo. El segundo es el propio líquido, basado en hemoglobina y con 13 compuestos distintos (incluyendo anticoagulantes), que permite mantener vivas a las células y reduce tanto los niveles de inflamación como la descomposición corporal, recuperando de