Cuando nuestro bebé parece no relajarse con nada, un buen baño puede resultar la mejor medicina. Un momento único para reforzar el vínculo padres-hijo y dejar las preocupaciones de lado. Solo el bebé y tú (o vosotros). Mírale, sonríe y cántale mientras rocías con agua su pequeño cuerpecito. Disfruta de los pequeños momentos.
■ Desmontandomitos
Nuestras abuelas no bañaban a sus hijos a diario. En la época de nuestras madres, algunas seguían sin hacerlo, mientras que otras comenzaron a practicarlo a diario. Actualmente, hay gente que piensa que lo correcto es no bañarlos todos los días, mientras que otros padres dan a su bebé una agüita todas las tardes. ¿Quién está en lo cierto? Como indica la doctora Natalia Jiménez, dermatóloga del Grupo de Dermatología Pedro Jaén (), “a pesar de creencias pasadas, que