“POR AQUEL ENTONCES YO TENÍA UNO DE LOS POCOS MERCEDES SS, LOS COCHES MÁS RÁPIDOS DEL MERCADO”
HACE MEDIO SIGLO QUE MURIÓ nuestro protagonista, un personaje de otro tiempo que disfrutó de la vida como pocos. En el obituario que publicó el 12 de enero de 1972 el “New York Times”, dijeron de él: “el Sr. Gulbenkian, un mujeriego incansable, un gourmet extraordinario y el más pintoresco de los bon vivants, practicaba una filosofía epicúrea desvergonzada”.
Parece ser que los multimillonarios actuales tienen, proporcionalmente, mucho más dinero que el que tenían los de hace 50 o 70 años. Pero también parece indiscutible que los de ricos de antaño vivían mucho mejor. Por un lado no existían ni teléfonos con cámara ni redes sociales, de modo que podían hacer lo que les apeteciera sin que nadie se enterara. Y por otro lado, eran dueños de vidas y haciendas. El magnate Nubar Gulbekian (1896-1972) nació en Armenia en 1896, entonces parte el Imperio Otomano. El mismo año de su alumbramiento, las fuerzas bajo el mando del