El futbol femenil en Qatar. Mayor infraestructura, menos libertades
Desde que el 2 de diciembre de 2010 la FIFA anunció que Qatar sería la sede de la Copa del Mundo 2022, convirtiéndose en el primer país de Medio Oriente en recibir este torneo, se dispararon las críticas sobre la nación por el abuso laboral de los trabajadores migrantes y la discriminación –en la ley y en la práctica– de las mujeres y la comunidad LGBTTIQ+.
Con motivo del Mundial que se realiza, este semanario entrevistó a una futbolista que jugó en la liga femenil qatarí de marzo de 2012 a junio de 2013: la española Gisella Brandi Cuasnicú, quien habla acerca de su experiencia en el país árabe.
De 36 años y nacida en las Palmas de Gran Canaria, Gisella se acercó por primera vez a un equipo de futbol organizado cuando ingresó a la universidad. “Comencé a jugar a los 18 años, debido a las pocas oportunidades que había en España para el futbol femenil. Antes de ingresar a la Universidad Católica San Antonnio Murcia jugaba sólo con chicos, en el patio del colegio o en el barrio.”
En el equipo de Murcia Féminas estuvo sólo dos temporadas porque se mudó a Madrid, “donde me cambié de universidad y jugué en la Segunda División con el Pozuelo y después ascendimos. En este equipo estuve seis años