Qué sentirías tú, lector, si al entrar a un país, al cual te invitaron y fuiste patrocinado por una empresa de ese país para desempeñar un trabajo, te confiscan tu pasaporte limitando tu libertad de movimiento y, además, te dicen que no puedes cambiar de trabajo a menos que te lo autorice la empresa que te patrocinó, lo que sabes que difícilmente sucederá. Seguramente te invadirá una sensación de engaño y sentirás una gran impotencia, pues si llegaste a ese país fue porque necesitabas el trabajo, no siendo el retorno una opción.
Eso es lo que se conoce como Sistema Kafala, propio de