El programa Apolo terminó en julio de 1975 de la mejor de las formas posibles: con un apretón de manos entre Estados Unidos y la Unión Soviética, dos naciones enfrentadas que olvidaron sus diferencias para darse un abrazo en el espacio con la misión Apolo-Soyuz. Fue el inicio de una larga época que nos ha llevado muy lejos en términos de cooperación y expansión de la ciencia, pero que no ha conseguido, por ahora, que salgamos de nuevo de nuestro planeta.
Durante cinco décadas, la Luna no ha resultado demasiado interesante para la exploración espacial. Teníamos todas las muestras que necesitamos, hay 382 kilogramos de la Luna en la Tierra, más que suficientes, y el interés del público se desplomó después de las primeras misiones, motivos que resultaron bastante para cancelar el programa Apolo.
Sin embargo, últimamente recibimos muchas noticias sobre la exploración lunar. Estados Unidos, Rusia, la India, Corea del Sur, Emiratos Árabes y Japón han