DE QUÉ VA: Una joven que abandona a su bebé descubre un negocio de tráfico de niños. En un peculiar viaje se une a los delincuentes para encontrar a los padres adoptivos perfectos.
Hirokazu Kore-eda (Tokio, 1962) veía en su casa las películas que le gustaban a su madre: reconoce. Resulta curioso, tratándose de uno de los principales renovadores del cine nipón de las últimas décadas y uno de sus autores más reconocidos internacionalmente. Lo cierto es que Kore-eda, con algunas contadas excepciones en las que ha jugado con el género de samuráis ( 2006), la pseudociencia ficción 2009) o las tramas judiciales ( 2017), ha creado un universo absolutamente personal en torno a la familia y sus insondables vínculos. Desde su primera película, (1995), que se estrenó en Venecia, es un asiduo a los festivales europeos. En Cannes ha presentado nada más y nada menos que 11 de sus películas (incluyendo la Palma de Oro en 2018, ) y 10 en San Sebastián. Precisamente aquí recibió a FOTOGRAMAS en una habitación del Hotel María Cristina. Resulta que en la de al lado se escuchaba hablar a Juliette Binoche, quien de pronto hizo aparición para saludar a quien la había dirigido en (2019).