Pancho Céspedes se presentó en El Lunario, el martes pasado, segundo día laboral de la semana, y no cabía un alfiler en la sala. Más de 800 personas aplaudiendo el arte, el carisma, la picardía y la interpretación de este gigante del escenario, quien durante cerca de dos horas conectó con el público emociones, sexo, pudor y lágrimas, porque a sus 65 años todavía presumió a dos damitas que se desvivían, eufóricas en ¡hurras!, porras y demás: “No me provoquen, porque me las amanezco a las dos y luego no van a querer estar con nadie más!”.
LAS MUJERES SE LE AVIENTAN
El público agradeció su arte se le manifestaron con coquetería, se tomaron selfies mientras cantó. El se agachó para posar con la fan, y otra de plano aprovechó para robarle un beso. Cantó, bailó, intercaló ocurrencias: “¿Ya te vas?”, le dijo a un señor cuando pasaba, a toda velocidad, tal vez al sanitario, mientras él cantaba , canción que le compuso a Luis Miguel hace 27 años, en homenaje a su madre desaparecida. Luego subió al escenario a su invitada Fabiola, para cantar a dúo , muy melosos: ella le coqueteaba y él se resistía. Luego Invitó a Rosy Arango, que estaba entre el público, a cantar Ella improvisó: "Pancho… bésame mucho”, mientras que él se hacía el irresistible.