Para Sabina Berman, la conducta patronal de Ricardo Salinas Pliego y su emporio, Grupo Salinas, remite al principio de la era industrial: sin que haya quien proteja a los trabajadores y donde aun habiendo leyes laborales, éstas “sirven para un sorbete”. Es, en síntesis, “capitalismo salvaje”.
Desde 2020 la escritora y comunicadora mexicana reclama el pago de indemnización por un despido que, afirma, es injustificado, toda vez que durante el periodo de confinamiento por la pandemia se negó a conducir su programa Berman, otras historias de manera presencial; ofreció hacerlo a distancia por Zoom o alguna otra aplicación.
En medio de la irrupción de Salinas Pliego en las redes sociales, los tuits y tiktoks del acaudalado empresario sirven hoy como prueba, pues ha hecho alarde de despedirla cuando la también dramaturga ha denunciado la precariedad laboral y el despido de unos 14 mil trabajadores del Grupo Salinas.
Los intercambios en redes sociales se han caracterizado por un vocabulario ofensivo, discriminatorio, denigrante y en general maledicente. En entrevista con , Sabina Berman identifica esa conducta