El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se antoja insuficiente cuando define el término transexual como “dicho de una persona que se siente del sexo contrario y adopta sus atuendos y comportamientos”. Resulta mucho más descriptiva la definición que, de transexual, dejó reflejada Aurelio Usón (1925-2022), pionero en España en las operaciones de reasignación de sexo –antes llamadas de “cambio de sexo”–: “El transexual puro se autodefine como víctima de un error inexplicable de la Naturaleza en virtud del cual ha nacido con una mente de mujer o de hombre en un cuerpo y genitales del sexo contrario. Ser transexual es un drama. El transexual se siente atrapado en la cárcel de su propio cuerpo, se siente frustrado, angustiado, engañado por la naturaleza… viviendo en una contradicción permanente entre su cuerpo y su mente”.
LA NIÑA QUE QUISO CORTARSE SU VIRILIDAD
El término transexual fue acuñado por primera vez en 1923 por el médico y sexólogo alemán, de origen judío, Magnus Hirschfeld (1868-1935), quien, en una época de menor tolerancia, y a través de la fundación del Instituto de Investigación Sexual de Berlín, mostró una especial sensibilidad con las minorías que hoy se identificarían en el amplio espectro del colectivo LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales). Hirschfeld supervisó el caso de la primera persona que fue sometida a una operación de reasignación de sexo, Dora Richter (1891-¿1933?), durante la década de 1920.
Dora Richter, bautizada con el nombre de , había nacido como el primer varón de una familia de seis hermanas de una familia de humildes granjeros de la región alemana de Bohemia. Ya desde