Para preservar la salud, el bienestar y la paz de los habitantes de una casa, la energía debe circular libremente. Sin embargo, es frecuente que esta energía se estanque, afectando nuestra vida cotidiana.
Tanto las vibraciones negati-vas como las positivas pueden percibirse en el aura de color que rodea la casa. Por lo tanto, el color del aura es un indicador elocuente del tipo de energía que circula.
Los rituales angélicos pueden erradicar las energías negativas acumuladas a lo largo del tiempo