Greta se mueve al ritmo de la coreografía de Single Ladies de Beyoncé (Put A Ring On It) y lo hace de maravilla: como cualquier adolescente que sigue una rutina digna de TikTok. Le encanta bailar. Y eso no es algo que mucha gente sepa de la activista sueca –cuya huelga escolar desató un movimiento mundial– que ha sido nominada al Premio Nobel de la Paz en tres ocasiones, ha tenido una audiencia con el papa y que, sin el menor reparo, llama la atención a los líderes mundiales por no hacer suficiente para frenar el cambio climático. Greta Thunberg (Estocolmo, 2003) no es quien creemos que es.
En un día de mucha lluvia y sol, ELLE la fotografía en el Chelsea Physic Garden de Londres, con bastantes condiciones: nada de plásticos, ni peluquería o maquillaje y nada de ropa de diseño. Pero cuando apagamos la cámara, parece que se lo ha pasado como nunca. «Creo que la gente me ve como una adolescente enfadada, pero obviamente no me conocen. Al menos dos o tres veces al día me dan ataques