“Creo que la gente que me sigue se ve reflejada en un ‘lifestyle’ natural, en una manera diferente de viajar y en un vínculo distinto con la fotografía”
“La maternidad me ha ayudado a ser más humana, a entender lo que significa la familia y a conectar con otras mujeres, especialmente con mi madre”
uria Val (Barcelona, 1988) aparece a primera hora con el rostro lavado y haciendo alarde de sus características pecas, las que también le concedieron el pseudónimo en Internet con el que se dio a conocer al mundo hace ya 10 años, (un juego con ‘pecas’ en inglés, y su nombre). Es pronto, todavía no ha pasado por el filtro del primer café y aun así sonríe de oreja a oreja, a pesar de que, cuenta, sus vecinos no le han dejado dormir esta noche. No importa porque hoy, en estas páginas, juega en casa, en Barcelona, el hogar al que volvió después de años viviendo fuera, y con su pareja Coke Bartrina tras la cámara, junto al que ha creado uno de los universos estéticos más queridos de las redes sociales. Sobre la clave de su éxito, acierta al hablar de su naturalidad: «Creo que la gente se ve reflejada en un natural, más sostenible; en una manera diferente de viajar, en un vínculo distinto con la fotografía», explica. Eso la ha llevado a conectar con grandes marcas que buscan en sus colaboradores perfiles diferenciadores, como Mango, de la que es una de sus embajadoras más importantes a nivel global: «Es una firma de origen mediterráneo, como yo, con la que comparto muchos valores, vitales y creativos. En los últimos años han hecho mucho esfuerzo por hacer colecciones más éticas, como su línea Committed. Su equipo me inspira mucho, son como una familia para mí».