o peor que Pablo Lyle enfrentó antes de la pesadilla que hoy vive en una prisión de Miami, Florida, confesó él mismo a en 2009, fue la separación de sus padres y la muerte de su madre, Silvia López, ocurrida justo en abril de ese año. De esto último, por cierto, siempre se ha rehusado a hablar. Si acaso confesó que, en honor a ella, lleva desde entonces su nombre tatuado muy
DESEABA TENER OTRO HIJO
Oct 10, 2022
2 minutos
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