El sector económico del gobierno de Andrés Manuel López Obrador sigue representando un flanco débil. El presidente privilegia su estrategia en el sector energético, dejando a un lado los compromisos adquiridos en acuerdos comerciales, como el T-MEC.
En plena controversia comercial con Estados Unidos y Canadá por la política energética mexicana, la cual “afecta” a los inversionistas de esos países, Tatiana Clouthier renunció a la Secretaría de Economía (SE) y dejó inconclusos los cimientos de la política industrial lanzada apenas el 20 de septiembre.
Al pasar “del campo de juego” a “la porra” de la Cuarta Transformación, como expresó Clouthier, deja dudas en un momento complicado para la economía mexicana. En lo que va de la presente administración ya van dos funcionarias que renuncian al cargo: la primera fue Graciela Márquez, quien ahora preside el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.