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Salir en chándal: la tendencia que arrasa
Relajado, multifuncional y cómodo. El ‘athleisure' se coronó como la tendencia en el primer semestre de la pandemia, proyectado por las redes y el yoga para solventar la incertidumbre. A la vuelta a la normalidad, ¿los ‘leggings' y las zapatillas se impondrán a las americanas y a los mocasines?
Nuestros hábitos se transformaron con el confinamiento obligado por la pandemia de la COVID-19, a nivel social e individual. La forma de vestir fue uno de ellos -andar en vaqueros fue sinónimo de ser un psicópata-. La comodidad que brindaron las prendas deportivas potenció el athleisure en una categoría relevante, no solo dentro del mundo de la moda y de influencers o de atletas y deportistas.
“Esta tendencia que apuntaba fuerte y que respondía a un contexto de restricciones y de estar en casa”, recuerda para Forbes Coro Saldaña, consultora de moda digital, “tuvo su precisamente en ese momento. Pero cuando recuperamos nuestra vida cotidiana, me atrevo a decir que nada de eso se ha visto, al menos no, en España”. Hace hincapié en la falta de”. Saldaña da dos motivos. El primero, “no somos de ir comiendo por la calle ni de hacer deporte en gimnasios donde nos vean desde fuera, como los 24 Hour Fitness en Estado Unidos”. El otro, no saber aplicar los conocimientos estilísticos adecuados para elevar la ropa deportiva al podio ganador en nuestros armarios.
