Bien dicen que los sueños se hacen realidad y Alejandro Ramírez Magaña sabe de esto. Desde niño, el empresario tenía claro que el cine era su pasión, “no hay satisfacción más grande que el trabajar en lo que uno más disfruta, en tu propio país y en el lugar donde siempre has sido feliz. Para mí, Morelia siempre me ha traído recuerdos de una infancia feliz”.
LA IMPORTANICA DEL NÚCLEO FAMILIAR
Alejandro no titubea al hablar de la ciudad que lo vio crecer rodeado del amor de una gran familia. “Es un lugar bellísimo y con muy buena calidad de vida que siempre me remite a un ambiente familiar. Vivíamos al lado de la casa de mis abuelos, enfrente de los hermanos de mis papás y el