DURANTE MI MÁS RECIENTE VIAJE A MILÁN, en junio, me encontré con un lugareño conocido y me preguntó, sonando un poco serio: “Pasas aquí mucho tiempo, ¿por qué no te consigues un apartamento?”. Es una buena pregunta; he estado en Milán más de 100 veces desde que empecé a trabajar como escritor de moda en los 90. Este año he venido cuatro veces y regresaré en un par de semanas más. Siempre he amado esta ciudad.
Milán es una ferviente y trabajadora metrópoli que es hogar de casi 1.5 millones de personas. En la última década, se ha transformado en un lugar moderno que vive orgullo-samente por su reputación de ser un líder mundial en el estilo contemporáneo, el arte y el diseño. Y aunque la moda de grandes diseñadores es