DIVINO CUERPO IMPERFECTO

engo recuerdos muy bonitos de porque es una película que me ha dado muchas alegrías. Manuel Martín Cuenca es un director que siempre está al lado de los actores, no se va al combo sino y la cara de Javier era un poema. Lo hace para que en la escucha del otro estés siempre despierta. Uno de los momentos que recuerdo con más nervios es esa maravillosa escena de amor, con nosotros dos desnudos en la cama. Javier, además de ser un gran actor, es muy generoso. Cuando llegamos al set se quitó el batín el primero y dijo:. Fuimos muy valientes al ponernos delante de la cámara con nuestros maravillosos cuerpos imperfectos. No todo el mundo es capaz de hacerlo porque el mío es un cuerpo fuera de los cánones de belleza, que en cine casi siempre se taparía porque no se considera estético. Es un cuerpo al que ya le han pasado los años. Las mujeres después de los 40 parece que nos volvemos invisibles, pero nosotras somos y existimos, y tenemos que mostrarnos tal como somos, bellas a cualquier edad. Fue una enorme satisfacción personal que, una vez estrenada la película, se me acercaban muchas mujeres y me daban las gracias por haber mostrado mi cuerpo así.