EN MEDIO DE UN PRADO en Irlanda hay un gran montículo donde las ovejas pastan. De haberse ubicado en el mismo punto hace siglos, estos animales habrían sido parte de un ritual en el que, al ritmo de cánticos, los oficiantes disfrazados los hubieran levantado para ofrecerlos en sacrificio a espíritus malignos que se creía habitaban en la cueva cercana de Oweynagat.
Esta colina se erigía en el corazón de Rathcroghan, núcleo del antiguo reino irlandés de Connacht. El que fue centro político y social de la Edad del Hierro yace debajo de la tierra del condado de Roscommon. Hoy