omo la mayoría de los fósiles de dinosaurios son restos fragmentarios, es un enorme reto estimar con precisión el tamaño de estos gigantes. Sólo contamos con unos puñados de huesos, algunas vértebras y huesos de las patas en su mayoría incompletos. Incluso así, aunque debamos asumir cierto nivel de error, algunas dimensiones son incontestables, en especial en lo que respecta a saurópodos de cuello largo. Empezando por el dinosaurio. Este titanosaurio que vivió durante el periodo Cretácico, hace unos 100 millones de años, pesaba entre 70 y 100 toneladas (su peso varía según a quien le preguntemos). Puesto que sólo contamos con 13 huesos de esta especie y existen distintas metodologías para calcular el peso del animal teniendo en cuenta el tamaño de sus huesos, no debería sorprendernos que distintos museos y universidades hayan llegado a cifras tan dispares. Lo mismo ocurre con la longitud de estos animales: con largas colas y cuellos de vértigo, los saurópodos fueron algunos de los animales más largos que jamás hayan pisado la Tierra. Se cree que pudo haber llegado a los 40 metros de largo, mientras que , una especie que vivió hace unos 150 millones de años durante el periodo Jurásico, alcanzaba los 39 metros. La misma longitud que tenía , descubierto en 2013, tal como su nombre indica, también en Argentina. Una ballena azul pesa 200 toneladas (aunque la mayoría de las ballenas azules mide, como mucho, unos 26 metros), así que, incluso si aceptamos las estimaciones más exageradas, los dinosaurios no pesaban tanto.
