NUEVO NECAXA, RUE.- En 1910, cuando la planta hidroeléctrica Necaxa logró producir 100 mil caballos de fuerza, fue considerada una de las generadoras de electricidad más potentes del mundo, sólo comparable con la capacidad que tenían las cataratas del Niágara.
En 2009, cuando el entonces presidente Felipe Calderón decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), este sistema de generación de electricidad, pese a su antigüedad de casi un siglo, aún operaba a más de 90% de su capacidad instalada.
Luis López Hernández, quien fue operador de la subestación El Salto y hoy está jubilado, recuerda que en su tiempo este conjunto hidroeléctrico fue reconocido mundialmente como un prodigio de ingeniería. Y tan lo fue que a la fecha sigue funcionando, aunque ahora en manos de Generadora Fénix, cuyo socio principal es la trasnacional portuguesa Mota-Engil.