La matriz energética argentina está en crisis: falta gasoil para el aparato productivo y, como cada invierno, la provisión de gas se tiñe de abstinencia. El escenario se completa con aumentos de tarifas, postergados primero como una respuesta paliativa al freno de la actividad económica al comienzo de la pandemia y luego para no afectar los bolsillos de los consumidores.
El panorama mayor presenta a un Gobierno cruzado por internas que hacen chispas en el área energética donde el secretario de Energía, Darío Martínez, se cruza con su jefe, el ministro de Economía Martín Guzmán. Las tensiones se trasladan a los entes reguladores, dominados por exponentes aliados a La Cámpora, como los Federicos (Basualdo y Bernal). Como corolario de este entramado de pujas, se destaca a comienzos de mes la salida del ya exministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, después de que apuntara a supuestos negociados de funcionarios del riñón K