POR UN PUÑADO DE BARRILES
Febrero de 2020, los cielos europeos aún no se habían clausurado por culpa del covid, así que los peces gordos del petróleo volaron hasta Londres para celebrar su Semana Internacional. En una exclusiva cena privada, Pierre Andurand lanzó una predicción sorprendente: en muy pocos meses, el precio del crudo iba a desplomarse a cero.
Aquella no era una simple boutade, lanzada al albur de una copa de vino. Nacido en Francia y formado en Oxford (donde estudio matemáticas), Pierre Andurand llevaba semanas analizado los primeros informes médicos que llegaban desde Wuhan, China. Había hecho los deberes antes que nadie y sacó sus propias conclusiones: a medida que el covid-19 se propagara, los países cerrarían sus fronteras progresivamente, la industria se pararía, la demanda descendería, los tanques de almacenamiento de los es tados productores se colmarían hasta los topes y el precio del crudo descendería drásticamente a cero.
Tan seguro estaba de este inusual escenario, que sus fondos de cobertura (ahora con 1.700 millones de dólares de beneficios extra gracias a su gestión) tomaron posiciones a corto plazo en el mercado de futuros de petróleo. Cuando los precios cayeron por debajo de cero el 20 de abril -como él había pronosticado-, los fondos de Andurand Capital presentaban ganancias que oscilaban entre el 60% y el 155.
Justo dos años después, a principios de febrero de este año, Pierre Andurand volvió a tener una
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