Ana de LA VERDAD DESNUDA Armas
De esta escena hace solo cinco años, pero en el reloj de Hollywood es un tic-tac de eternidad. Junio de 2017: la prensa internacional asiste en Barcelona a la presentación de la última megaproducción de Denis Villeneuve, Blade Runner 2049. En la planta 44 del Hotel Arts, en una pequeña sala con vistas al cielo, Ana de Armas (La Habana, Cuba, 1988), vestida de rosa, hace su primera round table. Tiene prohibido dar detalles acerca de Joi, la novia holográfica de Ryan Gosling a la que interpreta, pero se defiende bien. Su inglés es correcto, el acento suave, y al final de algunas frases repite con tono juvenil You know. Cuando abandona la sala, una periodista británica dice con cierta exasperación: Por Dios, ¿cuántas veces es capaz de repetir esta chica ‘You know’? Y algunos le ríen la gracia. Flota en el aire una cierta displicencia. ¿Demasiado guapa? ¿Demasiado sincera? ¿Demasiado ilusionada? A estas alturas de la película aquella periodista debe de haberse dado cuenta de que ese día subestimó a Ana de Armas.
ORGULLO Y PREJUICIO
No es la primera vez que alguien se equivoca con la poderosa determinación y talento de esta actriz hispanocubana. En un extenso perfil dedicado a ella en la edición americana de la revista Jamie Lee Curtis reconoció con cierta vergüenza que, cuando la conoció, supuso que era Y a finales de julio, cuando se lanzó el tráiler de las redes se inundaron de comentarios que alababan su caracterización como Marilyn Monroe, pero ridiculizaban su acento con frases del tipo: Blonde eEl precio del poder. De inmediato, Brad Pitt, uno de los Blonde Y añade:
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