Bad Arolsen es una población pequeña, en la parte central de Alemania. Pertenece al estado federado de Hesse, y su pasado como residencia de los príncipes de Waldeck hace que cuente con espectaculares castillos. Sin embargo, el edificio que la ha puesto en el mapa es una construcción moderna, compuesta por una serie de bloques de cemento y ladrillo, que alberga el archivo más completo del mundo sobre víctimas del nazismo: información de diecisiete millones y medio de personas que fueron asesinadas, perseguidas o explotadas por el régimen de Hitler.
El origen de lo que hoy se conoce como el Archivo Arolsen-Centro Internacional sobre la Persecución Nazi se remonta hacia el final de la Segunda Guerra Mundial. En 1943, el caos reinaba en el continente europeo: el conflicto había provocado la dispersión de cientos de miles de familias y la muerte o desaparición de millones de individuos. En ese contexto, los máximos responsables de las fuerzas aliadas solicitaron a la sección internacional de la Cruz Roja británica que pusiera en marcha un registro para localizar a los desaparecidos durante el conflicto.
Esta primera organización se llamó Central Tracing Bureau (oficina central de localización) y, en sus inicios, tuvo su base en Londres. Sin embargo,