¿POR DÓNDE SE PERDIÓ EL CINE ADULTO?
acer cábalas sobre el futuro del cine nunca es tarea fácil. Buen indicador de ello es que, en este 2022 pospandémico, en el que las salas aún parecen lejos de recuperar a su público, la tardía secuela de un éxito palomitero de los 80 haya sido recibida como una suerte de aparición mesiánica. ¿Algún espectador del(1986) de Tony Scott podía haber anticipadoque parece haber desaparecido del mapa tras el paso del ciclón Marvel. Ese ciclón Marvel al que una voz tan venerable como la de Martin Scorsese retiró la condición de discurso cinematográfico en unas declaraciones que levantaron ampollas entre los fans. Una sanción no necesariamente compartida por su antiguo colaborador Paul Schrader –para quien las películas de superhéroes son, en efecto, cine, tan cine como los vídeos de gatitos de YouTube o Instagram–, quien, no obstante, también lleva tiempo lamentándose por la desaparición del cine adulto no solo de las salas, sino también de su posición central en las conversaciones de una ciudadanía de a pie que, probablemente, se parezca poco a la que llenaba las plateas de los 70 para ver películas como (1976).
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