ries Van Noten nació entre agujas como miembro de la tercera generación de un clan de sastres. En la mesa, habitualmente se hablaba de moda y acompañaba a sus padres a ferias y desfiles, experiencias que lo llenaban de emoción. De ellos heredó su amor “por la confección, sus tradiciones y rituales. Me sumergieron en la artesanía y la destreza de los tejidos, me apasionaron con el poder del estilo para explorar la subjetividad de la ‘belleza’ y el papel que desempeñaría en mi vida”, explica. Entonces, tenía lógica estudiar diseño de moda en la estricta Real Academia de Amberes. Los años 70 transcurrían con el poder del punk y los brocados y maquillajes de
