HAS OÍDO HABLAR DEL ENVEJECIMIENTO, ¿verdad? Es la forma menos cruda de describir el efecto inexorable del tiempo en nuestro cuerpo. Y como todos los demás órganos, nuestro querido apéndice genital está destinado a envejecer y, por tanto, a “cambiar” de forma y función con el paso de los años. Pero hay muchas maneras de envejecer mejor y quizá más lentamente.
Una de las características típicas del proceso de envejecimiento es la pérdida gradual de músculo liso de los tejidos que componen nuestro cuerpo. Este se sustituye por fibras de colágeno y el proceso hace que los tejidos sean gradualmente menos
