Un verano de muerte
Jun 23, 2022
2 minutos
POR PILAR MANZANARES
Con más cadáveres que cuerpos al sol en la playa de Benidorm, los libros que hoy salpican de sangre estas páginas siguen una receta infalible: crear un rastro que el lector olfateará inevitablemente. El primer cebo es sin duda el nombre de su autor, pero no el más jugoso. En el caso de Dicker, la verdadera carnaza que alertará a sus depredadores es ser. Recuperar el espíritu de aquella bien vale un voto de confianza para quienes que no han comulgado con las posteriores.
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