Las investigaciones de OVNIS financiadas por el Pentágono siguen dando que hablar. Recientemente, la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés) desclasificó, a petición del diario The Sun, un impactante archivo secreto compuesto por más de 1.500 páginas que ampliaba el conocimiento público sobre las misteriosas y desconcertantes pesquisas emprendidas por el famoso AATIP (Programa de Identificación de Amenazas de Aviación Avanzada). Lo más sorprendente es que los expertos contratados por el Gobierno estadounidense para investigar fenómenos aéreos inexplicables acometieron diversos proyectos, entre ellos una investigación que revelaba que muchos testigos de OVNIs habían sufrido daños físicos y que incluso habían muerto después de sus encuentros. Bajo el título de Efectos de campo agudos y subagudos anómalos en tejidos humanos y biológicos se analizaban las lesiones provocadas a«observadoreshumanosporsistemas aeroespaciales avanzados anómalos».
El documento, redactado en 2010 por el Dr. Christopher Green, advierte que estas consecuencias han sido registradas en las aproximaciones de los testigos a los OVNIs. Una vez más se señalaba que los UAPs (acrónimo en inglés de Fenómenos Aéreos No Identificados) podrían representar «una seria amenaza para los intereses de EE UU». Entre las posibles causas para estos nocivos efectos sobre los humanos, el informe detalla que podrían estar originadas por una fuente de «radiación electromagnética» ocasionada por la energía emanada de «los sistemas de propulsión» de estas misteriosas aeronaves. Los expertos encargados de la redacción de esta sobrecogedora información han enumerado las lesiones más comunes que suelen sufrir las personas, sobre todo pilotos de combate, que han tenido estos OVNIs a muy corta distancia. En las páginas del informe se mencionan quemaduras en la piel, análogas a las producidas por