La eterna novia de Mónaco
a princesa Carolina de Mónaco es el claro ejemplo de que, incluso en la, dándole una nueva oportunidad al amor. Para Carolina eran sus segundas nupcias, en 1978 se había casado con Philippe Junot . En esa ocasión no sólo se trataba de su segundo enlace, sino que, además, Carolina estaba embarazada de su primogénito Andrea. La boda fue íntima, con sólo 30 invitados y la novia volvió a confiar en la casa Dior para su ajuar. Tristemente, un accidente fatal la hizo enviudar en 1990, pero Carolina volvió a creer en el amor cuando se casó con Ernesto de Hannover, nueve años después. El resto es historia… están separados desde 2009.
