Los primeros intentos por demostrar la realidad de las premoniciones nos trasladan a la Universidad estadounidense de Duke (Carolina del Norte) en los años treinta del siglo XX, cuando el profesor Joseph B. Rhine (1895-1980) introdujo la investigación parapsicológica –considerándola una ramificación de la psicología– en el laboratorio. A través de las célebres cartas Zener (cuadrado, ondas, círculo, cruz y líneas onduladas), cuya tirada debía ser “anticipada” (precognición) o “adivinada” por “transmisión telepática”, se pretendió confirmar la existencia de un “sexto sentido”.
CUANDO LA CIENCIA INVESTIGÓ LOS FENÓMENOS PSI
Martin Gardner (1914-2010), el más beligerantecrítico cont todo lo paranormal, considera que Rhine fue un investigadorhonesto que creyó encontrar unaevidencia estadística en favor de los fenómenosde Percepción Extra Sensorial(PES): “Rhine no es un pseudocientífico–escribió en los años cincuenta del sigloXX–, es un hombre muy sincero, cuyo trabajoha sido emprendocon un cuidado y una competencia que no se puedendesautorizar fácilmente”. Sin embargo, y a pesar de que algunos resultados pa-recían ser estadísticamente significativos, hoy continúan siendo objeto de controversia. Parece