En esta costa nuestra, nada es extraño.
Si te despiertas lo bastante temprano como para encontrarte con las canoas que arriban –en Port– Bouët, Costa de Marfil; en Ngleshi, Ghana; en Old Jeswang, Gambia; en Grand-Popo, Benín, en Apam, Ghanaoirás a los pescadores hablar fante, ga, ewe; todas lenguas de ghanesas.
Cuando los hombres se distinguen en cuerpos identificables bajo el sol que nace mientras tiran de las redes, los cantos se hacen más fuertes: “ [Ahí viene, esta cargada de pescado]”. Cada red sube llena con lo