Un pequeño estudio de Shanghái llamado Pixpil sorprendió al mundo el año pasado con su primer juego. De título Eastward, se trataba de una aventura de acción con gráficos 2D y perspectiva cenital, que bebía de clásicos como los Zelda o Earthbound para presentarnos una original historia de amistad en un mundo postapocalíptico de bellísima estética pixelada.
Ahora, vuelve a estar de actualidad porque llega en versión física